24 septiembre 2007

Fuga de Talentos




Talentos que emigran, una pérdida para la Región


Baja inversión en aspectos claves, deficientes redes de asociatividad público, privadas y académicas, poca oferta de trabajo y bajas remuneraciones a profesionales calificados serían algunas de las razones que influirían en este fenómeno.



¿Cuáles son los factores que más influyen en la Fuga de Talentos en la Quinta Región?. Esta era la interrogante que plateaba la Encuesta N° 2 de este blog y que buscaba poner sobre el tapete dicho fenómeno que se relaciona con múltiples factores socio económicos y culturales. La respuesta que obtuvo mayor porcentaje de votos fue ‘Baja Remuneración a Profesionales Calificados’, con un 42%, secundada por la ‘Baja Inversión en Innovación en las Empresas de la Quinta Región’ con un 34%. En un tercer lugar, la alternativa ‘Menores Oportunidades de Trabajo en la Región’ obtuvo un 19% y ‘Ninguna de las Anteriores’ el 5%.


Dada la importancia del tema, la encuesta fue respaldada con información actual obtenida a raíz de importantes estudios para las regiones, permitiendo obtener una visión más amplia de lo que significa que cada vez más profesionales estén dejando la zona para radicarse en las regiones Metropolitana y Octava, dos de las que más recursos estatales reciben.


Tras un flujo de talentos positivo

Las Agencias Regionales de Desarrollo Productivo, realizaron un estudio para diagnosticar la realidad económica en forma rigurosa de cada territorio desde la perspectiva de las capacidades reveladas y de los sectores económicos con mayor potencial de crecimiento y de clusterización. En el caso de la Región de Valparaíso, la Industria Agroalimentaria lidera el ranking seguido muy de cerca del Turismo, y en una tercera posición se ubica la Industria del Conocimiento.


El estudio profundizó también en un ranking de subsectores económicos; (1) Fruticultura Primaria, (2) Turismo e intereses especiales, (3) Industria Alimentaria, (4) Educación Superior y (5) Vitivinicultura Premium (Realizado por Consultora PETQUINTA para ARDP V Región))


Definitivamente nuestro sector se encuentra en una situación expectante, en el borde, que requiere fortalecer sus cimientos para proyectarse en forma sustentable. La Quinta Región está ubicada en la posición N°7 del ranking de competitividad regional. Los factores involucrados son: empresas, personas, innovación, resultados económicos, infraestructura, gobierno y recursos naturales, no obstante el presente debate se basa en un fenómeno transversal el flujo neto de talentos, que en la Región de Valparaíso es negativo. Según Williams F. Pounds, creador del concepto, sentencia que en este escenario existirán problemas para atraer y retener a capital humano clave.


Nuestro mercado laboral, sin dudas incentiva la migración de nuestro capital humano más calificado. Profesionales con educación universitaria completa de la zona perciben un ingreso 38% menor al promedio del país; con educación universitaria incompleta un 18% menor; con educación media completa un 17% menor; con educación media incompleta un 4% menor; con educación básica completa un 10% menor; con básica completa coincide con el promedio nacional; y con educación básica incompleta un 6% superior (Banco Central y Mideplan, Andrea Tokman). Este comportamiento nos hace concluir, en general, que nuestros emprendimientos empresariales ponen el énfasis en la eficiencia en costos más que en el valor agregado de los productos. Para complementar dicha conclusión el indicador de Gini, que muestra la distribución de los ingresos, posee un valor cercano a 0,45 otorgando un favorable pero intrigante segundo lugar a la Región de Valparaíso, por tanto una igualdad relativamente positiva, pero con promedio de ingresos inferiores.


La paradoja de la Quinta Región consiste en la posesión demostrada de capacidad académica (4° lugar) con la mayor densidad de Universidades por unidad de habitantes, sumado con personas educadas (2° lugar); sin embargo, el desempeño de los privados es deficitario en términos de calidad (8°) e innovación empresarial (8°). A su vez, la trilogía del desarrollo sustentable compuesto por el sector privado (10°), el sector público (11°) y el sector investigativo académico (8°), se encuentran en conjunto e individualmente bajo el promedio nacional.


Con todo, para la Región de Valparaíso las causas fundamentales detectadas para dichos efectos son:


  • Las empresas demandan profesionales y oficios con énfasis en los costos más que en los productos y gestión.
  • Empresas y Universidades/Centros de investigación no dialogan lo suficiente. Los primeros no explicitan sus problemas o los resuelven autónomamente y los segundos investigan principalmente ciencias básicas y no escuchan a la demanda (que no quiere hablar tampoco)
  • Fallas de agencia, fallas de información y fallas en la cultura de la innovación
  • La trilogía privado publica científico/académico no está trabajando sinérgicamente


El desafío para ser potencia alimentaria es superar estas brechas y el sector de la industria agroalimentaria tiene mucho que crecer y aprender. Debe potenciar su clusterización, por ejemplo profundizar la vinculación entre la agricultura y la agroindustria. Esta observación también es válida para la nueva Institucionalidad del Ministerio de Agricultura y Alimentación.


Por qué este encadenamiento en particular es tan importante. Porque el cluster alimentario tiene la ventaja que se encadena del terroir al paladar, (inclúyase entregar salud a las personas), es decir del territorio al cliente final, -el cluster minero sólo esta encadenado hacia atrás, su énfasis está en los procesos, en un bien intermedio-, ese encadenamiento alimentario hacia adelante está directamente relacionado con crear empresas con mayor valor agregado, con márgenes de utilidad más interesantes y con capital humano de mayor calidad.


Recordar que ninguna cadena es más fuerte que el eslabón más débil, por tanto, no es el único eslabón débil del sector a fortalecer, otra tarea pendiente es la integración de la agricultura familiar campesina como potencial productor y exportador de nicho.


Otra ventaja competitiva sustentable a considerar: un sector alimentario diferenciado y preocupado de la inocuidad y salud permite agregar valor, incrementar las ventas y réditos, y por otra parte mejora la calidad y esperanza de vida de la ciudadanía. Escuchar al cliente final es más seguro en el mercado que la competencia centrada en el producto.


Finalmente, ser potencia alimentaria no puede ser sólo enfatizando en el volumen de exportación y ventas, sino también en el valor agregado, es decir la fruticultura primaria no debe innovar sólo en procesos sino también en productos y en gestión.

Encadenar hacia adelante es clave para la región y para el sector, así como también invertir y aprovechar el capital humano que existe en pos del desarrollo económico de la Región.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya, con razón conviene emigrar de la región, 38% menos que el promedio nacional, pero por lo menos hay mejor calidad de vida, el aire es respirable y hay buena conectividad.