17 octubre 2007

Potencia Alimentaria, una política que trasciende



¿Tiene Chile vocación para posicionarse como Potencia Alimentaria?


Como prioridad entre los lineamientos programáticos de Gobierno se pretende esta meta a través del “apoyo e impulso para el fortalecimiento de los procesos productivos y agroindustriales nacionales, colocando especial énfasis en la incorporación de estándares de calidad, el respeto por el medio ambiente y la responsabilidad social empresarial como elementos diferenciadores de la producción agrícola nacional”.



De acuerdo a la última encuesta formulada en el presente blog, se quiso poner sobre el tapete el tema ‘Chile, potencia alimentaria’, una de las políticas que se ha planteado el Gobierno a través del Ministerio de Agricultura (Programa 2006 – 2010) y que se condice con el mejoramiento de los niveles competitivos del país a nivel económico y hacia el extranjero.


Al revisar la demanda agregada de nuestro país, claramente se verifica la magnitud y participación de las exportaciones de Alimentos, ocupando la segunda fuerza exportadora, precedida por el cobre. En el tercer lugar aparece el sector forestal, que de alguna forma está igualmente relacionado la agricultura.


En términos de su participación en el PIB nacional, las exportaciones de alimentos representan el 10%, situándose en el tercer lugar, después de Nueva Zelandia y Bélgica con 11,4% y 10,4% respectivamente.



La ventaja de Chile


A diferencia de las ventajas comparativas que son premisas fundamentalmente relacionadas con la geografía, topografía y clima, también Chile posee ventajas competitivas adquiridas, tales como los tratados de libre comercio, la institucionalidad pública y privada, y la seriedad del empresariado.


Chile ha firmado TLCs con países que representan más del 75% del PIB mundial. Por otra parte el riesgo país, la competitividad y la transparencia de Chile siempre han estado bien posicionados en el contexto internacional. Respecto al empresariado, se puede decir que poseen una visión integrada del sistema alimentario, con una clara orientación al mercado y una declarada vocación empresarial, no obstante, falta más cohesión y colaboración conjunta entre el sector público y privado.


El desempeño del sector alimentos definitivamente es plausible, basta señalar que en los últimos nueve años se ha logrado un crecimiento del 132%, el más alto a nivel mundial, superando a países como Brasil, Nueva Zelandia, China e India.


El sector alimentos es altamente diversificado en términos de exportación, no obstante queda trabajo para lograr el objetivo de ser potencia alimentaria. Actualmente, Chile está posicionado en el lugar 17º, para llegar al puesto 9º necesita crecer durante los próximos 10 años a una tasa de 5,8%. Si los productos alimentarios tienen bajo valor agregado necesariamente se requieren volúmenes de gran magnitud, no obstante para acelerar este proceso es mejor camino sacrificar volúmenes y enfocarse en incrementar el valor agregado a los alimentos.


En Chile existen una serie de sectores que tienen ciertos niveles de clusterización o de madurez en el encadenamiento productivo con distintos grados de atractivo y sustentabilidad, factor también influyente en la posibilidad que el país tiene para poder alcanzar la meta señalada por el presente gobierno.


En relación a esto, el Factor Innovación, Ciencia y Tecnología, es clave para alcanzar una economía más competitiva y sustentable en los mercados globalizados. Nacionalmente esto se ha comprendido, pero a nivel regional aún no lo necesario.


Definitivamente, esta es una política que trasciende a cualquier gobierno, debido a lo que significa para el crecimiento del país y porque como indican las estadísticas, queda largo camino por recorrer.



Links de Interés:


www.minagri.cl


www.chilepotenciaalimentaria.cl



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